Ralph Gibbs es un adinerado hombre de negocios londinense de principios del siglo XX, al que el éxito le empieza a sonreír nada más terminar la Segunda Guerra Mundial. Casado con una mujer emocionalmente dependiente, con dos jóvenes hijos estudiantes y copropietario de un aserradero, ve cómo su fortuna crece día a día junto a su inseparable socio y amigo de toda la vida. Tras esta aparente vida familiar, lo único que interesa a Ralph es el dinero, el alcohol, el derroche y las mujeres. Cierto día, de casualidad, conoce a una joven y se enamora de ella. Su esposa es presa de los celos y comienza a perder la cordura. Este hecho la lleva a ingresar en un hospital psiquiátrico del que nunca más volverá a salir y ahora la joven ocupa su puesto en la unidad familiar. A partir de ese momento, Ralph comienza a disfrutar de la vida, el lujo y el despilfarro sin preocupaciones, dejando a un lado los asuntos laborales que delega cada día más en su socio. Con el paso de los años, la crisis financiera de 1929 y las traiciones desencadenan una espiral de autodestrucción de final insospechado.