Grados 1° y 2°.Las 24 Pequeñas Piezas de Dimitro Kabalevsky contenidas en este tomo son, ante todo, ejemplos de buena música, y a menudo de música muy bella. En cuanto a su dificultad, pertenecen en su mayor parte a los dos primeros grados de la enseñanza. Constituyen un magnifico material didáctico; no solamente porque cada pieza presenta un determinado problema técnico y pianístico bien definido, sino también, y especialmente, porque cada pieza estimulara la imaginación del estudiante y despertara su sentido por un sonido bello, un ritmo vigoroso, un timbre o carácter diferentes.Las piezas son modernas en el sentido de que están llenas de vitalidad; vibrando de vida, alegría y energía: Sin embargo la armonización es más bien convencional; los pocos deliciosos toques de originalidad en este aspecto servirán para aumentar aún más su encanto. Con el asombroso incremento del interés en el serio estudio de la música. ha crecido también la demanda de parte de estudiantes y profesores, de buena música para los grados elementales. Es de esperar que este tomo responderá ampliamente a esta demanda.