En relación a la pintura, en la portada de este libro, el autor de la misma hace saber que la obra es componente de una serie de rostros del hambre, referente a los estados del sufrimiento humano.Por mi parte pondré de manifiesto una interpretación no ajena a la anteriormente expuesta, relacionada más que nada con la temática del libro, haciendo ver que, por lo general, toda persona debería ser consciente por voluntad propia de su capacidad interior de transformación y de cambio, para bien suyo y por ende de la sociedad, haciéndole frente a su ignorancia, su habitual conformismo y a sus propios miedos, principalmente a base de cuestionamientos, fortaleza mental, perseverancia y sacrificio.No seamos sumisos ni conformistas ante la miseria que muchas veces nos depara esta vida, sea en el contexto que sea. Busquemos dentro de nosotros mismos todo ese mar inagotable de oportunidades y retos que nos tiene reservada la misma vida.