Manejar diferentes lenguajes según la temática de la obra. Así trabaja María Ramos. A los temas musicales, filosóficos, literarios, lingüísticos, emocionales, científicos o feministas, aplica una voz acorde: letras de blues, tango, stoner y progresivo/beat/ teórico, psicológico o psiquiátrico. Y en esta última forma de habla se crea Un ente en el diván, una introspección psicoanalítica y personal de las emociones creadas en dependencia al estado o las circunstancias que nos rodean o en las que vivimos en un momento dado.Lejos de seguir a una escuela determinada, estamos ante una poeta que usa la observación del proceso mental, que capta la reacción cerebral ante determinadas situaciones para expresarlo a través de la poesía. Es un intento de extralimitar el concepto de lírica, casi exclusivamente amorosa.Este poemario quizás sea una innovación o un experimento más. Sin duda, es un deseo de ampliación temática y lingüística de la palabra poética, que para la autora es infinita.