Valiéndose de una tensión cáustica y apelando a la escritura franca, entre lo chocante y lo hilarante, Leonardo Ramírez Martínez nos involucra en una broma literaria y anti metafísica que golpea en serio. Con la bandera del rechazo a todo valor o bien utilitarista el personaje trasiega, en clave nadaísta, entre la consciencia ambiental, el desapego y la lucha contra las sombras de la ilusión mercantilista y la ansiedad profesional por el éxito.En la lectura de esta apología de la renuncia, el lector se revolcará en su butaca asistiendo al desahogo y a la diatriba contra la burocracia, las ciencias sociales y administrativas. Una narración a contracorriente de los guetos literarios y humanistas en la que, para su agónico desenlace confluirán la ataraxia, los guiños al espíritu del Romanticismo filosófico y la conciencia de la muerte como peregrinación.Gustavo Acosta