La autora, en el entramado del arte de su texto, pretende hacer jugar a las palabras en la justificación científica del movimiento para la relajación, y nos habla de la música como danza de imágenes en movimiento, de los ritmos fisiológicos que ganan un orden en nuestra corporalidad, ligado al devenir de la temporalidad. Al mismo tiempo, desde la profundidad del silencio del cuerpo encuentra el origen de la sustancia o materia prima, nutriente de las creaciones que entrelazan racionalidad e intuición, en una sintaxis de libres movimientos a través de la música.Para los estudiosos de la educación por el movimiento, como para aquéllos que lo utilizan como medio y fin terapéutico, este libro les brinda aportes significativos para interpretar la visión del cuerpo, en la corporeidad de formas que puede dibujar en el espacio, cuando el movimiento interno y externo es impulsado por la música.Poder llegar hasta la identificación de los compromisos neuronales, musculares, sensitivos y afectivos relacionados con estos procesos, permite trabajar desde los fundamentos de las metodologías corporales aplicables a la promoción de la salud, como a la prevención y tratamiento de todas las afecciones asociadas con alteraciones de las funciones neuro-mio-psicomotoras.Nada más real que el dinamismo de la relajación ante el efecto superpuesto de la música y el movimiento. Nada más abstractamente real que el cuerpo en la forma y la forma en el espacio. Esta triangulación cuerpo, música, espacio, inaugura el movimiento y genera el intersticio para los equilibrios rítmicos de las imágenes.Esta obra invita a explorar el lenguaje del cuerpo, los signos, las formas y las fuerzas en la organización y expresión del movimiento humano.