Diecinueve artistas, de distintas nacionalidades, son confinados en unas instalaciones a las afueras de París, compitiendo para garantizar un puesto en la final en la que se decidirá el vencedor. Las pruebas, de carácter eliminatorio, se traducen en la elaboración de una obra de arte por semana. Reglas y temáticas cambiantes dificultan las posibilidades de sacar en claro estrategias y pronósticos de resultados. La tarea de juzgar las obras de los artistas recae sobre cinco jueces oficiales: un crítico de arte sudafricano, una catedrática estadounidense, una restauradora de arte española, un coleccionista japonés y un editor de libros de arte alemán; invitados sorpresa; y, la audiencia, que sigue el desenlace del programa en tiempo real por Internet.