Soy aquel que vuela por entre los misterios de la vida tratando de capturar en un segundo todo aquello que se impregne en un papel junto a mis versos. Soy el dios de la palabra y la poesía. Aquel capaz de crear universos mutantes en la cautividad de unos ojos que ruegan entrelazados por el amor no correspondido. Soy el señor de las pasiones y los besos. Aquel que comulga con los ángeles en la libertad del susurro acuciante de la lluvia sobre el cabello de los amantes que se atrapan el uno al otro en el más ardiente de los deseos creados sobre una tormenta. Soy el dueño del tiempo y del espacio. Y aquel que cabalga entre el futuro y el pasado para deleitar en el presente con la intencionalidad artística de la vida venciendo al seductor impulso de la muerte sobre su camino. Ese soy. Aquel al que llaman el escritor. Aquel que solo con estas palabras ya vivirá en la eternidad de un suspiro en lo más profundo y salvaje de la danza del anhelo romántico que ha inventado tu corazón. Soy el Buscador de Esencias.