Te doy la bienvenida y el mapa del tesoro: lo interesante de mi libro no está aquí. Te invito a que busques y quizá encuentres la belleza de El susurro de las musas en el interior, en las profundidades de su alma. Es la que reside en el corazón roto de una hija que perdió a un padre demasiado pronto, de una amiga que ha vivido la muerte prematura de otra, de una mujer que se ha enamorado y amado intensamente todas las veces que son casi las mismas que ha sufrido.Este libro es el abrazo estético de la prosa poética a los hechos que me fueron difíciles, que golpearon dentro de mí como placas tectónicas. La hermosura de sus ruinas. Una grieta muy oscura llena de un enorme amor cubierta de oro y resiliencia.Si quieres, es para ti una caja de resonancia de emociones en la que nos acompañamos. Y, si lo necesitas, El susurro de las musas es también el rebozo de la Llorona que cantaba Chavela Vargas —y de la que escribe también—, lo comparto para abrigarte por si alguna vez, como me pasó a mí con tanto, sientes que mueres de amor y de frío.