En su segundo poemario La tinta de mis plumas la autora busca la pureza de las sensaciones, esa conexión con los sentimientos que nos mueven día a día. Cosas tan humanas como son el amar, los recuerdos, las injusticias o incluso las ideas en sí son temas que se abordan desde el delirio o la cordura. El contraste entre la realidad o nuestra propia realidad paralela son aspectos que destacan por sí solos en la obra. Incluso se plantean temas que la escritora denomina metafísicos, ya que son percepciones que superar las tres dimensiones. Siendo el objetivo del libro aportar al lector, hacerle pensar o transmitirle sensaciones que le muevan, que le produzcan alegría, tristeza, rabia…Simplemente con el fin de hacer sentir.